Para la cultura escolar, el innovar a través de producir
las condiciones idóneas para transformar es el objetivo principal; este proceso
de cambio es fácil de lograr, siempre y cuando se comience de manera
superficial sin afectar las estructuras existentes, siempre tomando en cuenta
al centro escolar como unidad básica del cambio.
De acuerdo a lo anterior, el proceso de transformación del
centro escolar, no sólo tiene como factor la intervención de la institución
representada por los maestros y directivos, sino también por los alumnos. Es
decir, las transformaciones están pensadas para mejorar el ejercicio de la
enseñanza mediante el maestro y al mismo tiempo resulta efectiva si los alumnos
logran los aprendizajes esperados.
Por lo tanto, concluimos que la cultura escolar determina a
los participantes, por el hecho de que la innovación es un proceso que se debe
generar desde el propio centro, teniendo el enfoque de hacer más eficiente la
práctica educativa ejerciendo la profesión de la enseñanza y haciendo funcionar
los centros educativos con condiciones y contextos que fomenten la
transformación (Bolívar, 1996); y a su vez, los participantes determinan la
cultura escolar porque los integrantes (alumnos, maestros, directivos y padres
de familia) de los centros escolares deben resocializar las nuevas pautas,
actitudes y prácticas de acción cotidiana, donde las funciones, procesos y
estructuras generen la dinámica de mejora, logren el proceso de aprendizaje
(Bolívar, 1996).
Referencias
Bolívar, A. (1996). Cultura
escolar y cambio curricular. Bordón, 48 (2), 169-177.